La crisis obliga a tres socios de Bolivia a proteger sus mercados

Exportadores sugieren al Poder Ejecutivo devaluar la moneda nacional para garantizar competitividad.

Argentina, Ecuador y Brasil aplican medidas de protección a sus mercados ante las importaciones y los efectos de la crisis financiera internacional y afecta a los textiles bolivianos. Los exportadores piden que el Gobierno asuma similares medidas para el sector productivo y exportador.

Según agencias internacionales, en octubre y noviembre del año pasado, Argentina implementó requisitos de licencias previas (solicitudes de internación de mercancías) para la importación de productos. El 19 de enero, Ecuador aprobó el pago de tres tipos de aranceles y un cupo para 627 productos.

Brasil anunció el lunes que también demandaría licencias previas automáticas para el 60 por ciento de sus importaciones, sin embargo, ayer levantó la medida ante la presión de sus empresarios y Uruguay que vio sus primeros camiones con carga varados en la frontera.

El presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Ernesto Antelo, informó que la decisión de Brasil pudo afectar a los textiles, cereales, juguetes y productos metálicos.

La medida puso en riesgo cuatro millones de dólares, de los 46 millones de dólares que corresponden a los productos no tradicionales que se exportan a ese mercado.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística; hasta octubre, el país vendió 2,7 millones de dólares en textiles.

Con esta restricción, el importador debía solicitar una licencia que podía demorar hasta 60 días en otorgarse. Estos trámites son conocidos como protecciones paraarancelarias, porque no implican el pago de impuestos.

El gerente del IBCE, Gary Rodríguez, explicó que se trata de un problema que ya se vivió en 1999, cuando Bolivia exportaba más de cinco millones de dólares en textiles al Mercado Común del Sur (Mercosur), y con la devaluación de su moneda y los niveles proteccionistas, como licencias previas y trámites burocráticos, además de pagos mínimos de importación, situación que amenazó con la quiebra de las empresas de confecciones textiles nacionales.

El gerente general de la Cámara Nacional de Exportadores, José Rivero, dijo que esta medida hacía más difícil la demanda de apertura del mercado brasileño para textiles que los Gobiernos de ambos países comprometieron ante la suspensión de las ventajas arancelarias de Estados Unidos a Bolivia mediante la Ley de Promoción Comercial Andina y de Erradicación de las Drogas (ATPDEA).

En diciembre, Brasil anunció la apertura de su mercado para la compra de 30 millones de dólares de textiles.

Rivero agregó que Argentina también puso dificultades al envío de textiles desde noviembre, lo cual llevó a que ese mercado se cierre para este rubro

El país vecino aplicó las licencias de importación no automáticas para textiles, ropa, calzado, juguetes, productos electrónicos y de marroquinería, autopartes y los productos metalúrgicos y siderúrgicos

Su Gobierno justificó la medida como una alerta temprana ante un aluvión de importaciones, y para precautelar los empleos de sus habitantes frente a China, que ante la pérdida de Estados Unidos como mercado decidió enviar su producción a otros países.

La decisión de Ecuador afecta a 15 productos entre las exportaciones de 2007 y 2008, como los textiles y las cerámicas. El Ejecutivo informó que sólo está en riesgo el 3,7 por ciento de las exportaciones al país andino, porcentaje que significa 514.000 bolivianos de 13 millones que el país exportó en 2008.

Rivero afirmó que los socios comerciales de Bolivia adoptan estas medidas como reacción contra la crisis. La Caneb y el IBCE recomiendan al Gobierno llevar adelante medidas de protección internas, como por ejemplo la devaluación del boliviano y la creación de salvaguardas para productos sensibles, entre ellos los textiles y la soya, y frenar el ingreso de productos elaborados en China.

Los exportadores temen una crisis similar a la que vivió el país en 1999 . Ese año, Brasil devaluó su moneda y golpeó a las confecciones nacionales. El efecto se extendió a la Argentina y la economía boliviana se desaceleró.