Burocracia impide ventas bolivianas a Venezuela

La burocracia en los gobiernos de Bolivia y de Venezuela es la causa por la que hasta ayer los exportadores bolivianos no pudieron enviar productos a ese país y ven frustrada la intención de dar continuidad a las ventas de manufacturas que ya no gozan del beneficio de las preferencias arancelarias andinas o Atpdea para ingresar a EEUU desde el 15 de diciembre pasado, informó ayer el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).

"Pese a los repetidos anuncios oficiales de que no se daría una discontinuidad en las ventas bolivianas de productos que no gozan ya del arancel cero de la Atpdea (…) hasta el momento no se ha registrado un solo despacho de manufacturas bolivianas a Venezuela", señala el IBCE.

El presidente de esa entidad, Ernesto Antelo, dijo que no fue suficiente el compromiso entre los presidentes de Bolivia y de Venezuela, ni la Rueda de Negocios bilateral cumplida en noviembre para apresurar las ventas bolivianas.

"Nada ha sido suficiente para vencer el mayor obstáculo que complota contra las ventas del país: la insensible burocracia en Venezuela y Bolivia que parece ser mayor que la voluntad política de sus gobernantes", agregó.

El máximo directivo del IBCE indicó que las empresas que procuran vender a Venezuela -no sólo manufacturas sino también alimentos- se enfrentan a burócratas que han dado muestras de un absoluto desconocimiento de la urgencia boliviana por no perder empleos, "un desconocimiento rayano casi en el desprecio por los intereses de los productores y trabajadores, que deja mal parado al discurso bolivariano de cooperación".

Sin envíos

Producto de la intención de los presidentes Hugo Chávez y Evo Morales para que las ventas bolivianas se incrementen ante la pérdida de la Atpdea, la estatal Suministros Venezolanos Industriales (Suvinca) anunció varias semanas atrás negocios con unas 80 empresas bolivianas, cuyos despachos debían ejecutarse de inmediato para evitar la discontinuidad de las ventas que eran destinadas a EEUU.

Sin embargo, se desconoce que algún barco o avión con carga boliviana haya partido hacia el mercado venezolano con manufacturas que se dejaron de exportar a EEUU; incluso, varias empresas dicen no tener contratos en firme.

"Este incumplimiento acrecienta el temor entre las empresas bolivianas, de que el financiamiento de los 46 millones de dólares de ventas pactadas con Suvinca para la compra de productos bolivianos no esté garantizado. La situación de discontinuidad perjudica por igual a las micro y pequeñas unidades productivas, así como a las medianas y grandes empresas, de las cuales dependen varios miles de trabajadores y sus familias", explicó Antelo.

Decrecen pedidos de EEUU

El IBCE apuntó que la situación actual de los exportadores es preocupante ya que los pedidos desde EEUU han decrecido por dos factores: la crisis económica en aquel país, y la existencia de abastecedores más seguros que Bolivia, aquellos que disfrutan de Tratados de Libre Comercio o la Atpdea consolidados para poder vender a ese mercado.

"Cuando se habla de mercados alternativos, todo es verso; el presidente Morales debería ser informado que el mercado venezolano no está funcionando y que Brasil así como México, día que pasa, deja de ser un mercado alternativo por la acelerada devaluación del real, además que Argentina no quiere comprar. Por tanto, es increíble cómo algunos funcionarios públicos faltos de experiencia se contentan con las promesas que les hacen, pero que no pasan de eso, simples promesas, y la historia se repite", indicó Antelo.

Recordó que el "efecto Caipirihna" en Brasil -derivado de la crisis asiática a fines de los años 90- determinó la devaluación de la moneda brasileña ocasionando el desplome de las ventas de textiles bolivianos desde más de 5 millones de dólares, a menos de 1 millón, sin que se haya podido recuperar.

Informó también que, afectada por las dificultades políticas internas y las diferencias comerciales con Brasil, Argentina no está demandando productos bolivianos, y mucho menos del sector textil, el cual se halla condicionado además al trámite de una licencia previa de importación en el vecino país.