Los soyeros pequeños optan por cultivar otros productos a falta de caminos y créditos

Mas de 14 mil pequeños productores de oleaginosas se ven obligados a dejar de producir soya por las dificultades que confrontan por las malas condiciones de los caminos y porque no pueden acceder a ningún tipo de crédito por parte de entidades financieras, debido a que sus tierras son comunitarias.
Según el representante de los Pequeños Productores de Oleaginosas, Tito Choque, se confronta con diversos problemas en la cosecha y esta falta de incentivo está obligando a mucho a cultivar arroz, maíz y fréjol.
Por otra parte, les está afectando una serie de plagas entre ácaros y hongos que dañan los campos de soya y evita su crecimiento provocando grandes pérdidas en sus inversiones.

Choque, que es un pequeño agricultor que cuenta con 20 hectáreas en Chore a 120 kilómetros al Norte de Santa Cruz, señaló que no pueden mecanizarse ni mejorar como los medianos o grandes empresarios, porque no tienen tienen la posibilidad de adquirir préstamos que les permita comprar maquinaria y cosechadoras para mejorar su producción.
Dijo que las tierras con las que cuentan al ser comunitarias no se pueden vender ni alquilar entonces las bancas les cierra las puertas.
No sólo las restricciones normativas impiden que los pequeños productores puedan ampliar sus expectativas con la soya, sino las condiciones ambientales que en muchos casos son adversas.
Las lluvias que son intensas en épocas determinadas hacen que los caminos sean intransitables y las aguas de los ríos Grande y Piraí amenazan constantemente a los cultivos, pese a que existen una serie de proyectos para la construcción de puentes y defensivos.

Todas estas limitaciones les obligan a producir arroz, que es propicio en ambientes de humedad; maíz, que tiene un mercado de mayor demanda para la fabricación de harina y fréjol, que tiene un mercado de expansión en Brasil.
“Con estos productos no tenemos tantas restricciones y su proceso es menos riguroso como el de la soya, entonces en lugar de perder nuestras inversiones estamos dispuestos a cambiar de producción para aprovechar nuestras tierras”, aseveró Choque.

Pérdidas

El año pasado no se ha logrado recuperar la producción por todas la condiciones adversas, legales y atmosféricas. El soyero explica que por cada 2 toneladas se ha perdido un monto de 275 dólares incluso algunos han perdido hasta 900 dólares.
Si bien pueden existir alternativas, en muchos casos ninguno de estos productos logra salir al mercado, ya que muchos camiones de transporte pesado se estancan en los caminos vecinales, los mismos que se encuentran en pésimos estado.
Si bien es una tuición de la Prefectura de Santa Cruz la mejora y construcción de dichas vías, no se cuenta con el presupuesto necesario, debido a los recortes hechos a los recursos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH).
Choque explica que el precio de la soya ha bajado y el costo de producción es alto.
“Los pequeños productores no podemos se empresarios con estas nuevas medidas, la mayor parte hemos llegado de Potosí, Oruro y Cochabamba y tenemos la perspectiva de crecer, pero solamente nos contemplan como comunarios hecho que frena nuestro crecimiento”, añade.

http://www.opinion.com.bo/Portal.html?CodNot=60709&CodSec=4

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