Campesinos de Julo Grande en Potosí miran a Europa para exportar mani
El maní de Julo Grande, comunidad ubicada al Suroeste de Cochabamba, algunos kilómetros dentro de territorio potosino, y de siete más que conforman el cantón del mismo nombre en la provincia Charcas, podría llegar a Europa en breve si los planes de expansión de la frontera agrícola y la mecanización de la producción se cumplen.“La producción por ahora es de 120 hectáreas de maní, que esperamos se incremente de manera sustancial, el objetivo es exportar el producto a Europa, hay la suficiente capacidad para hacerlo”, sostuvo Gróver Arévalo, técnico de CIAPROT, ONG que apoya a este sector.
Por hectárea, se obtiene un rendimiento de 2.200 kilos de maní, lo que supera un total de más de 30 mil kilos por temporada de cosecha, que se realiza el mes de julio, una sola vez el año.
A este rubro se dedican más del 70 por ciento de los 2.500 habitantes con que cuenta el cantón de Julo Grande, vecino al turístico municipio de Toro Toro en el departamento de Potosí.
Arévalo explicó que en el mercado nacional, los productores de Julo Grande venden el quintal de maní pelado en 600 bolivianos, el precio de exportación es de 1.200 bolivianos, lo que significa un beneficio económico sustancial para los comunarios de la zona.
La llamativa producción de este valle mesotérmico potosino, ubicado a 1.800 metros sobre el nivel del mar y a 117 kilómetros de Cochabamba, hizo que varias instituciones locales como FDTA Valles, Fundación contra el Hambre, FH, Ciatrop, productores de AIPE Río Caine, Alcaldía de Toro Toro y externas como la GTZ alemana y Danida, Agencia de Cooperación del Gobierno de Dinamarca, aúnen sus esfuerzos para consolidar un centro de acopio que permita a los comunarios contar con un lugar en condiciones para guardar su producción manicera, además de maquinaria para hacer más liviano el duro trabajo de descascarado, selección y blanqueo (sacado de la última cáscara), del preciado maní.
Un día de fiesta
El domingo 8 de febrero de 2009, no fue un día cualquiera para los pobladores de Julo Grande, dedicados a la agricultura con la siembra y cosecha de diferentes especies que abarrotan mercados de Cochabamba y Potosí.
Las entidades y personas participantes del éxito en la producción del maní julano, se hicieron presentes para el acto de entrega de un Centro de Acopio, consistente en un galpón de 200 metros cuadrados, que almacenará 200 toneladas de maní con cáscara o 300 toneladas de maní descascarado.
“El maní requiere una temperatura de 45 por ciento y una temperatura ambiente de 20 a 25 grados para mantenerse en buen estado, estas condiciones no son difíciles de conseguir en esta zona”, explicó Juan Arévalo, responsable de la Cadena de Maní de la Fundación Valles, FDTA Valles.
Antes de que este centro de acopio exista, los comunarios de Julo Grande, Calahuata, Suco Sumo, Ranchopampa, Kehuayllani, Kirusmayu, Laguna, Inca Corral, Cusi Cusi y Viña Pampa, no tenían dónde almacenar el producto de su esfuerzo diario con el arado y el cuidado que requiere la pequeña plantita.
“Esto es un gran apoyo para nosotros, porque aquí guardaremos el maní, la semilla y podremos sacar nuestra producción con la ayuda de la maquinaria que nos entregan”, dijo Abel Rojas Acuña, dirigente de la Comunidad de Julo Grande.
Emprendimiento conjunto
Para la construcción de este centro de acopio, que los comunarios llaman sencillamente silo, se unieron instituciones y voluntades.
El costo total del proyecto, ubicado en la parte Oeste de la comunidad a orillas del río Julo, fue de 40 mil dólares, de estos, 30 mil puso la agencia de Cooperación Técnica del Gobierno de Dinamarca, Danida, dependiente de la Embajada de aquel país en la ciudad de La Paz, mediante la Fundación Valles, los restantes 10 mil dólares son contraparte de la Alcaldía Municipal de Toro Toro, los productores de AIPE Caine y la Fundación contra el Hambre, FH.
Una vez consolidado el ambiente, que a decir de los responsables, se construyó con materiales de calidad, la agencia de cooperación alemana, GTZ, proporcionó la maquinaria, una descascaradora, clasificadora y “blancheadora”, que saca la última cáscara del maní, cada uno de estos equipos cuentan con un generador estacionario de energía eléctrica, lo que garantiza su funcionamiento.
La Alcaldía Municipal de Toro Toro proveyó de un tractor mediano proveniente del programa Evo Cumple, con un costo de 15 mil dólares, FDTA Valles, también aportó con uno pequeño, cotizado en 8 mil dólares.
A esto se suma el equipamiento, mobiliario, computadoras, oficinas de administración y otros elementos que hacen una inversión superior a los 100 mil dólares para hacer realidad el Centro de Acopio de Julo Grande.
Javier Bellot, representante del Directorio de Fundación Valles, destacó el trabajo y la producción de los comunarios de la zona, “ que precisan el apoyo de instituciones y autoridades para mejorar su economía y la calidad de vida”.
Al hablar en quechua a un auditorio de mayoría lengua nativa, sostuvo que FDTA Valles siempre está dispuesta a canalizar y cristalizar esfuerzos de productores agropecuarios que no siempre desarrollan su actividad en las mejores condiciones.
Guillermo Maguiña, asesor técnico de la agencia de cooperación danesa Danida, dijo que la Embajada no tiene planeado todavía abandonar Bolivia, por lo que aportes como el realizado, 30 mil dólares para construir el centro de acopio, continuarán para apoyar a sectores productivos.
Los productores agradecidos
Teodolindo Pérez es el presidente de la Asociación de Productores de Maní del Río Caine, AIPE Caine, directos beneficiarios con la entrega del Centro de Acopio.
El productor destacó en el sencillo acto de entrega de las instalaciones, la capacitación que recibieron decenas de hombres y mujeres en el manejo de la maquinaria que servirá para hacer más liviano el trabajo en el descascarado y clasificación que antes se hacía a mano, con un rendimiento menor y más tiempo de labor.
Llamó a sus compañeros a cuidar las instalaciones y maquinaria entregada que beneficiarán de manera directa a la producción y se traducirá en mayores ingresos económicos para cientos de familias.
El Alcalde de Toro Toro, Eleodoro Uriona, señaló que así como su municipio tiene un gran potencial turístico, el objetivo del cantón Julo debe ser convertirse en un polo de desarrollo agroindustrial porque además del maní, la zona es rica productora de limón, naranja, guayaba, camote, sandía, zapallo y otros frutas a las que se les pueda dar un valor agregado y obtener mayores ganancias al comercializar un producto acabado.
Capacitados
Los comunarios de Julo Grande demostraron ante los presentes que los certificados de capacitación que recibieron por el manejo de maquinaria estuvieron plenamente justificados.
Hombres y mujeres manejaron con destreza la descascaradora, clasificadora y blancheadora, así, la tarea de horas en el procesado del maní se redujo a unos cuantos minutos.
“Con esta maquinaria se puede lograr una producción de maní pelado de 50 quintales día, antes a mano sólo se llegaba a medio quintal, es un gran avance”, destacó Gróver Arévalo de CIaprot, entidad que presta apoyo técnico a los productores del lugar.
Con la música tradicional del lugar de fondo y las sonrisas aprobatorias de los comunarios beneficiarios que inundaban el ambiente, se realizó la entrega del Centro de Acopio del Maní de Julo Grande, que promete ser el punto de partida de un proceso productivo que impulsará la agricultura regional, y mejorará la economía de cientos de personas.
Por hectárea, se obtiene un rendimiento de 2.200 kilos de maní, lo que supera un total de más de 30 mil kilos por temporada de cosecha, que se realiza el mes de julio, una sola vez el año.
A este rubro se dedican más del 70 por ciento de los 2.500 habitantes con que cuenta el cantón de Julo Grande, vecino al turístico municipio de Toro Toro en el departamento de Potosí.
Arévalo explicó que en el mercado nacional, los productores de Julo Grande venden el quintal de maní pelado en 600 bolivianos, el precio de exportación es de 1.200 bolivianos, lo que significa un beneficio económico sustancial para los comunarios de la zona.
La llamativa producción de este valle mesotérmico potosino, ubicado a 1.800 metros sobre el nivel del mar y a 117 kilómetros de Cochabamba, hizo que varias instituciones locales como FDTA Valles, Fundación contra el Hambre, FH, Ciatrop, productores de AIPE Río Caine, Alcaldía de Toro Toro y externas como la GTZ alemana y Danida, Agencia de Cooperación del Gobierno de Dinamarca, aúnen sus esfuerzos para consolidar un centro de acopio que permita a los comunarios contar con un lugar en condiciones para guardar su producción manicera, además de maquinaria para hacer más liviano el duro trabajo de descascarado, selección y blanqueo (sacado de la última cáscara), del preciado maní.
Un día de fiesta
El domingo 8 de febrero de 2009, no fue un día cualquiera para los pobladores de Julo Grande, dedicados a la agricultura con la siembra y cosecha de diferentes especies que abarrotan mercados de Cochabamba y Potosí.
Las entidades y personas participantes del éxito en la producción del maní julano, se hicieron presentes para el acto de entrega de un Centro de Acopio, consistente en un galpón de 200 metros cuadrados, que almacenará 200 toneladas de maní con cáscara o 300 toneladas de maní descascarado.
“El maní requiere una temperatura de 45 por ciento y una temperatura ambiente de 20 a 25 grados para mantenerse en buen estado, estas condiciones no son difíciles de conseguir en esta zona”, explicó Juan Arévalo, responsable de la Cadena de Maní de la Fundación Valles, FDTA Valles.
Antes de que este centro de acopio exista, los comunarios de Julo Grande, Calahuata, Suco Sumo, Ranchopampa, Kehuayllani, Kirusmayu, Laguna, Inca Corral, Cusi Cusi y Viña Pampa, no tenían dónde almacenar el producto de su esfuerzo diario con el arado y el cuidado que requiere la pequeña plantita.
“Esto es un gran apoyo para nosotros, porque aquí guardaremos el maní, la semilla y podremos sacar nuestra producción con la ayuda de la maquinaria que nos entregan”, dijo Abel Rojas Acuña, dirigente de la Comunidad de Julo Grande.
Emprendimiento conjunto
Para la construcción de este centro de acopio, que los comunarios llaman sencillamente silo, se unieron instituciones y voluntades.
El costo total del proyecto, ubicado en la parte Oeste de la comunidad a orillas del río Julo, fue de 40 mil dólares, de estos, 30 mil puso la agencia de Cooperación Técnica del Gobierno de Dinamarca, Danida, dependiente de la Embajada de aquel país en la ciudad de La Paz, mediante la Fundación Valles, los restantes 10 mil dólares son contraparte de la Alcaldía Municipal de Toro Toro, los productores de AIPE Caine y la Fundación contra el Hambre, FH.
Una vez consolidado el ambiente, que a decir de los responsables, se construyó con materiales de calidad, la agencia de cooperación alemana, GTZ, proporcionó la maquinaria, una descascaradora, clasificadora y “blancheadora”, que saca la última cáscara del maní, cada uno de estos equipos cuentan con un generador estacionario de energía eléctrica, lo que garantiza su funcionamiento.
La Alcaldía Municipal de Toro Toro proveyó de un tractor mediano proveniente del programa Evo Cumple, con un costo de 15 mil dólares, FDTA Valles, también aportó con uno pequeño, cotizado en 8 mil dólares.
A esto se suma el equipamiento, mobiliario, computadoras, oficinas de administración y otros elementos que hacen una inversión superior a los 100 mil dólares para hacer realidad el Centro de Acopio de Julo Grande.
Javier Bellot, representante del Directorio de Fundación Valles, destacó el trabajo y la producción de los comunarios de la zona, “ que precisan el apoyo de instituciones y autoridades para mejorar su economía y la calidad de vida”.
Al hablar en quechua a un auditorio de mayoría lengua nativa, sostuvo que FDTA Valles siempre está dispuesta a canalizar y cristalizar esfuerzos de productores agropecuarios que no siempre desarrollan su actividad en las mejores condiciones.
Guillermo Maguiña, asesor técnico de la agencia de cooperación danesa Danida, dijo que la Embajada no tiene planeado todavía abandonar Bolivia, por lo que aportes como el realizado, 30 mil dólares para construir el centro de acopio, continuarán para apoyar a sectores productivos.
Los productores agradecidos
Teodolindo Pérez es el presidente de la Asociación de Productores de Maní del Río Caine, AIPE Caine, directos beneficiarios con la entrega del Centro de Acopio.
El productor destacó en el sencillo acto de entrega de las instalaciones, la capacitación que recibieron decenas de hombres y mujeres en el manejo de la maquinaria que servirá para hacer más liviano el trabajo en el descascarado y clasificación que antes se hacía a mano, con un rendimiento menor y más tiempo de labor.
Llamó a sus compañeros a cuidar las instalaciones y maquinaria entregada que beneficiarán de manera directa a la producción y se traducirá en mayores ingresos económicos para cientos de familias.
El Alcalde de Toro Toro, Eleodoro Uriona, señaló que así como su municipio tiene un gran potencial turístico, el objetivo del cantón Julo debe ser convertirse en un polo de desarrollo agroindustrial porque además del maní, la zona es rica productora de limón, naranja, guayaba, camote, sandía, zapallo y otros frutas a las que se les pueda dar un valor agregado y obtener mayores ganancias al comercializar un producto acabado.
Capacitados
Los comunarios de Julo Grande demostraron ante los presentes que los certificados de capacitación que recibieron por el manejo de maquinaria estuvieron plenamente justificados.
Hombres y mujeres manejaron con destreza la descascaradora, clasificadora y blancheadora, así, la tarea de horas en el procesado del maní se redujo a unos cuantos minutos.
“Con esta maquinaria se puede lograr una producción de maní pelado de 50 quintales día, antes a mano sólo se llegaba a medio quintal, es un gran avance”, destacó Gróver Arévalo de CIaprot, entidad que presta apoyo técnico a los productores del lugar.
Con la música tradicional del lugar de fondo y las sonrisas aprobatorias de los comunarios beneficiarios que inundaban el ambiente, se realizó la entrega del Centro de Acopio del Maní de Julo Grande, que promete ser el punto de partida de un proceso productivo que impulsará la agricultura regional, y mejorará la economía de cientos de personas.
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