Las ventas bajarán más del 33%

- ¿Qué balance deja el 2008 al sector exportador?
- En los primeros cuatrimestres tuvimos precios internacionales favorables en las materias primas, que permitirá terminar con resultados positivos. La agenda política del Gobierno fue tan densa que hubo una despreocupación sobre la económica. Se puede decir que las exportaciones crecieron y van a crecer, a pesar del Gobierno. Tuvimos problemas como las prohibiciones o cupos de exportación y la apreciación de la moneda boliviana. En el orden internacional, lo negativo es que se terminaron las preferencias arancelarias que concedía Estados Unidos, una decisión que, si bien fue tomada por Estados Unidos, fue inducida por el relacionamiento torpe y con poco tino en la parte diplomática de nuestro Gobierno.

- ¿Qué es lo que se vislumbra para el próximo año?

- Habrá un impacto negativo para la economía boliviana. Se debe tomar en cuenta la crisis internacional, que no nos será ajena y nos afectará a través de la caída de los precios de los hidrocarburos, minerales y commodities, también por una reducción de la demanda. Internamente también tendremos problemas, será un año donde la agenda política continuará compleja. Desde enero tendremos un país convulsionado por temas políticos y se dejará de lado la generación de políticas proactivas para el desarrollo productivo exportador.

- ¿En qué porcentaje se contraerán las exportaciones bolivianas el próximo año?

- Si terminamos 2009 con los precios actuales (de las materias primas), el nivel de las exportaciones totales bolivianas, con dificultad pasará los $us 3.000 millones, contra los cerca de 5.000 millones registrados este año. En consecuencia, podríamos pensar que la reducción será superior al 33%.

- El Gobierno creó un fideicomiso de $us 8 millones para facilitar las exportaciones, ¿los empresarios lo utilizarán?

- Se creó un sistema que da un fideicomiso al Banco de Desarrollo Productivo (BDP) de Bolivia, pero éste dará préstamos al sector exportador. En época de crisis, y sobre todocuando el mundo entero está entrando en una recesión, lo menos que quiere un empresario es asumir deudas. No es una solución al problema mayor, que es la pérdida de un mercado de la magnitud del de Estados Unidos.

- ¿Desde cuándo veremos los efectos de la pérdida de mercados?

- Ya se ven los efectos, lo que pasa es que las empresas buscan alternativas para no cerrar, pero sus ingresos han caído. Empresas grandes de El Alto, que terciarizaban la producción subcontratando pequeñas y medianas empresas, dejaron de hacerlo. Algunas de estas pymes cerraron y otras buscan mercados alternativos, como el local, o hacen exportaciones no registradas a los países vecinos, en desmedro de los ingresos que percibían cuando existía el mercado estadounidense.

- ¿Hay alguna empresa afectada por el cierre de mercados?

- La mayoría contrajo su economía, sobre todo las textileras. Las que atacan segmentos altos del mercado, como los confeccionistas en tejido plano de alpaca, no sentirán tanto el impacto porque su clientela puede pagar más, pero los que están en segmentos medios y compiten con la producción peruana o de Centroamérica tendrán que ser más competitivos o buscar mercados alternativos. La tercera opción es darse cuenta de que es más rentable cerrar la empresa que seguir perdiendo en el mercado

- El Mercosur nos abrió su mercado, ¿es factible acceder?

- Lo que pasa es que existen normas de origen en los países del Mercosur que impiden la exportación de los productos nacionales. Bolivia no tiene una estructura industrial fuerte y se importan insumos para dar un valor agregado y con eso acceder al Mercosur; sin embargo, estos países nos imponen a nosotros que los insumos que se utilicen provengan de los países suscriptores. Eso ha impedido que Bolivia exporte más hacia ese mercado. Ahora se plantea una cuota de $us 30 millones, pero es una solución coyuntural, no de largo plazo. Es la misma iniciativa que se tiene con Venezuela. No es un acuerdo comercial de largo plazo que nos permita promover inversiones en el sector de confecciones, dependerá del nivel de amistad que tenga el presidente, Evo Morales, con Hugo Chávez.

- ¿Cómo se pinta el panorama para las oleaginosas?

- Creo que ahí se verá el impacto mayor. Tenemos el gran problema del abastecimiento de diésel, que es producto de la mala gestión en YPFB y la poca capacidad de distribución y de logística que tiene. Eso es lo que va a afectar principalmente al sector de oleaginosas, más allá de los problemas inherentes al negocio mismo, como la caída de los precios internacionales. Otro problema interno es el relacionado con los cupos que no tiene sentido se mantenga, cuando lo que se buscaba era bajar los precios, éstos bajaron y las restricciones a las exportaciones continúan.

Perfil

Vinculado al sector exportador

José Ribero Calvimonte es ingeniero agrícola y economista agrícola de profesión. Durante nueve años fue director ejecutivo del Centro de Promoción Bolivia. También trabajó durante nueve años en la Fundación Bolivia Exporta, cinco años en la Secretaría de la Comunidad Andina de Naciones en Lima (Perú) y desde hace dos años se desempeña como gerente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia. “Infelizmente, no vemos con mucha esperanza el próximo año para el sector exportador. Habrá una disminución de la demanda. Por ejemplo, la crisis inmobiliaria en Estados Unidos va a afectar la producción de puertas, ventanas y pisos que exporta Bolivia. Además de eso, se tienen que tomar en cuenta los problemas internos por los que se vive en el país”, afirmó.

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