“Consumen alimentos baratos pero inferiores en nutrición”


El Grupo Interinstitucional de Desarrollo Rural (G-DRU) lleva adelante una investigación para detectar qué alimentos básicos han sido abandonados por las familias que viven debajo de la línea de extrema pobreza y cuáles están siendo abandonados por ciudadanos que están por debajo de la línea de la pobreza (que tienen ingresos mayores que los primeros).Aunque la investigación no está concluida todavía, existen sospechas sobre cuáles son los alimentos que son dejados de lado. El coordinador general del G-DRU, Gonzalo Flores, habla sobre las consecuencias en la salud y nutrición de los bolivianos. 1.- ¿Por qué un quince por ciento de alza en el precio de los alimentos puede llevar a la indigencia a miles de familias bolivianas? Hay dos conceptos que deben ser diferenciados antes. El primero es el de pobreza, que se define como la línea que divide a los que pueden de los que no pueden comprar una canasta básica. Esta canasta básica incluye alimentos, transporte, educación, muchas cosas. En Bolivia, el 63 por ciento de los habitantes está por debajo de la línea de pobreza, porque no puede acceder a transporte o a educación o debe reducir gastos para acceder a ellos. El segundo concepto es el de extrema pobreza, que se define como la línea que divide a los que pueden, de los que no pueden comprar una canasta básica de alimentos al mes. O sea que extrema pobreza se refiere sólo a los alimentos.Si analizamos la distribución de la población por niveles de ingreso, podemos dividirla en diez grupos. Los de más arriba son los que más ganan y los de más abajo los que ganan menos. El primer grupo, formado por 10.000 personas de 2.500 hogares bolivianos, son los que más ingresos tienen en el país, el segundo grupo está formado por 40.000 personas y 10.000 hogares, el tercer grupo por 80.000 personas de 20.000 hogares, el cuarto grupo está conformado por 200.000 personas de 50.000 hogares, el quinto grupo por 300.000 personas de 75.000 hogares, el sexto grupo, por 600.000 personas de 150.000 hogares, el séptimo grupo está formado por 700.000 personas de 175.000 hogares, el octavo grupo por 900.000 personas de 275.000 hogares, el noveno por 2.500.000 personas de 625.000 hogares y el décimo, por 3.700.000 personas de 925.000 hogares. En este momento, 3 millones 200.000 personas del último grupo (de los que ganan menos), están por debajo de la línea de la extrema pobreza, porque no pueden comprar una canasta básica de alimentos. Sin embargo, si el alza de los precios continúa, la línea puede ir subiendo y alcanzando a los grupos que estaban más arriba. En este instante, al margen de esos 3,2 millones de bolivianos, existen entre 186.000 y 392.000 hogares bolivianos a punto de convertirse en pobres alimentarios, pues la línea de la extrema pobreza los está alcanzando. Si no se ejecuta un Plan de Seguridad Alimentaria, habrá cada vez más gente debajo de la línea de extrema pobreza.2.- ¿Qué hace la gente ante el alza de alimentos, cambia sus hábitos alimenticios o come menos?La gente que está por debajo de la línea de la pobreza, deja de hacer gastos prescindibles, deja de festejar cumpleaños, no renueva zapatos, ni ropa, deja de hacer gastos en bienes o servicios importantes, como ir al dentista o al médico, deja de pagar deudas, ya no hace reparaciones en la casa, reduce la cantidad de alimentos en las comidas, sustituyen unos alimentos por otros, generalmente de menor poder nutritivo y menor calidad (reemplazan la carne por carne molida, el café por sultana, el aceite por manteca), disfrazan algunos alimentos para que se parezcan a otros, por ejemplo las “torrejitas” o fritos que parecen hamburguesas o albóndigas, pero no lo son.En muchos hogares eliminan algunas comidas como la cena, dejan que algunos miembros de la familia se queden sin comer, para que otros coman. Mandan a los niños temprano a la cama, para que los adultos (que son productivos económicamente hablando) puedan comer. En épocas de crisis, la distribución interna de los alimentos en las familias se “tuerce” a favor de los adultos, especialmente varones y en disfavor de las mujeres, ancianos y niños, a los cuales se les sirve poco y mal.3.- ¿Cuáles son los alimentos de los que prescinde la gente durante una crisis?En este momento, el G-DRU realiza una investigación al respecto, pero tenemos serias sospechas sobre los alimentos que han sido abandonados. Los 3,2 millones de personas que están por debajo de la línea de la extrema pobreza, ya aplican desde hace tiempo las estrategias señaladas antes, pero con el nuevo alza de precios, es probable que estén acentuando el uso de esas prácticas o pasando a las estrategias más duras, como la sustitución de alimentos básicos por alimentos muy baratos, pero inferiores en nutrición. Los alimentos que primero se abandona son los más ricos en proteínas, que son también los más caros: las carnes, la leche y sus derivados. Desgraciadamente el cambio no es hacia combinaciones que podrían ser nutritivas, sino hacia combinaciones con mayor volumen (como arroz, fideo, grasos). Lógicamente, hay un punto en que el cuerpo empieza a sufrir los efectos de la privación y esa es la causa de las desnutriciones.4.- ¿Cómo afecta a la salud de la gente prescindir de alimentos básicos como la leche, la carne?De muchas maneras. Esto podría merecer un libro, pero en resumen hay que advertir que una madre mal alimentada da a luz a niños con bajo peso al nacer. En casos extremos el neonato puede tener insuficiente desarrollo cerebral.Un niño mal alimentado puede convertirse en desnutrido crónico o en desnutrido agudo. Si es crónico, quiere decir que no alcanzará la talla adecuada para su edad. Si es agudo, quiere decir que su peso está por debajo de lo que requiere su talla. Esa desnutrición es llamada también “intensa y de corto plazo” y puede resultar en la muerte del que la sufre. Si el niño no se alimenta bien en los primeros meses (sobre todo en los dos primeros años), puede tener daños cerebrales no reparables.El desnutrido es más vulnerable a las enfermedades que el bien nutrido, especialmente a las infecciosas, la tuberculosis por ejemplo, que se desarrolla en gente generalmente mal alimentada. Las carencias específicas son un problema. Si la gente no consume yodo, le da bocio. Si no consume vitamina A, le puede producir ceguera nocturna. Si no consume calcio y vitamina D los tejidos óseos y cartilaginosos no se desarrollan bien. Si no consume vitamina C en un largo período, le puede dar escorbuto. Si no consume vitamina B, puede sufrir de beri-beri. Si no consume vitamina E y K tendrá problemas de coagulación. Si no repone su hierro, puede caer en anemia, esto está muy extendido en Bolivia; muchas mujeres tienen anemia, lo que se explica por la pérdida de hierro en la menstruación y la insuficiente reposición. El reemplazo del aceite por grasa animal, los caldos de nervios y el excesivo consumo de vísceras, trae como consecuencia la elevación del colesterol malo, la adherencia de grasa en las arterias, una mayor probabilidad de infartos y accidentes cerebro vasculares

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