Bolivia pierde mercados y no tiene norte en política comercial

Privados piden elaborar una estrategia conjunta de comercio exterior a largo plazo entre todos los actores de la economía: empresa, Gobierno y distintas instituciones.
La situación económica de Bolivia se agrava cada vez más y con la pérdida de la Ley de Preferencias Arancelarias se constata que el país carece de una adecuada política comercial lo que provoca la pérdida de mercados y el incremento del desempleo. En ese marco, es urgente acordar un trabajo conjunto entre el Gobierno del presidente Evo Morales y los representantes del sector privado productivo para elaborar una agenda económica que salve la economía nacional, sobre todo tomando en cuenta los efectos de la crisis financiera internacional.
Esa es una de las conclusiones del Foro “Urgencia de una Política Comercial para generar Producción, Empleos y Exportaciones en Bolivia”, que organizó el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) junto a varios representantes del sector privado productivo.
Sobre el tema, el presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Eduardo Bracamonte, lamentó la ausencia en el evento de autoridades del Poder Ejecutivo y señaló que no es posible crear una agenda de trabajo cuando el principal actor está ausente.
“Resulta imposible concertar, crear una agenda, si el principal actor está ausente, si no tenemos llegada. Las conclusiones de estos foros son ricas, buscan un mayor desarrollo del país, pero lamentablemente no nos leen, no nos escuchan”, afirmó.
En tanto, el presidente del IBCE, Ernesto Antelo, convocó a prestar especial atención a los efectos severos de la crisis mundial, de la cual Bolivia no podrá escapar, una razón para no sustituir o perder mercados tan importantes como EEUU y la Unión Europea, y más aún incurrir en el error de ahuyentar inversiones y enfrentarse con quienes prestan cooperación.
“Cambiar las reglas del juego constantemente, tener una actitud de confrontación resulta poco inteligente. Así cada vez se nos ve con más desconfianza, como un país poco previsible donde invertir es un riesgo”, afirmó López.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Andrés Torrez, destacó la necesidad de generar una estrategia conjunta de comercio exterior que mire a largo plazo, en la que estén involucrados los diferentes actores de la economía: empresa, Gobierno, y distintas instituciones, procurando la inclusión productiva de todos, como actores comprometidos.
Según el IBCE, si bien el nivel de exportaciones superó a septiembre de 2008 los 5.000 millones de dólares, ha sido exclusivamente consecuencia del “efecto precio” que incrementó las ventas en los últimos años en 150 por ciento respecto al valor, y apenas del 16 por ciento en relación al volumen.
Entonces, ese crecimiento no es resultado de la política del Gobierno, es más, actualmente Bolivia aprovecha los mercados externos de forma insuficiente, con trabas al comercio, altos costos logísticos y falta de una política productivista, que hacen poco competitiva su oferta.
En ese sentido, representantes del sector privado productivo reiteraron la importancia de manejar una política adecuada en comercio exterior, ya que es una ventana de oportunidades y un instrumento de desarrollo que permite conectar al país con la economía mundial.
Con ese argumento, privados afirman que es vital mantener un equilibrio entre los mercados abiertos y las políticas internas complementarias junto con iniciativas internacionales para enfrentar los riesgos derivados de la mundialización.
“La política de comercio exterior debe constituir una política de Estado y no una política de Gobierno”, afirmó al respecto, el representante de las cámaras de empresarios privados, Iván Larrazabal.
De la misma manera, los microempresarios demandaron un trabajo más cercano con sus trabajadores, para que entiendan la importancia que tienen los mercados externos, siendo que el país no puede vivir de bonos ni dádivas.
Para el sector es imperativo negociar la mayor cantidad de Acuerdos comerciales, dado que los esquemas preferenciales unilaterales en cualquier momento se los puede perder, como el caso de la Atpdea.
Con los mercados externos se incrementan las posibilidades de una mejor inserción del país en la economía internacional, se amplían y se genera mejores condiciones para la inversión, la producción y la generación de empleo digno, de calidad y estable.
Bolivia exporta porque tiene excedentes de producción; generar excedentes por encima de las necesidades del mercado interno garantiza su abastecimiento.
También se necesita consolidar mercados externos preferenciales, además, para generar más fuentes de empleo. “La China, Venezuela, Cuba, India, Vietnam y prácticamente todos, dejan de lado la ideología a la hora de los negocios”.
Entre las principales conclusiones del evento está que Bolivia no cuenta actualmente con una política comercial y está perdiendo mercados preferenciales, como es el caso de la Atpdea.
En vez de perder mercados importantes, es de suma urgencia que Bolivia requiere con urgencia mercados preferenciales porque la competitividad de sus productos es baja, por lo tanto, contar con “arancel cero” resulta vital para acceder a mercados fuertemente competitivos.
La inminente crisis mundial implicará menores precios, valores de exportación hacia la baja, mercados más protegidos y un escenario mucho más difícil para los exportadores, lo que también afectará a los ingresos del gobierno.
Es así, que el IBCE recomienda una vez más preservas los mercados y ser pragmáticos, manteniéndolos al margen de la política. Hay que trabajar por mercados complementarios y no por mercados sustitutos: se trata de sumar nuevas posibilidades.
Mejorar la calidad de nuestra inserción en el comercio internacional, parte de potenciar, fortalecer y diversificar la producción nacional, el desarrollo de nuevos productos que aporten más conocimiento y acceso a nuevas tecnologías que estimulen los encadenamientos productivos, señalaron.