Los productores calculan vender 574 815 cajas, lo mismo que se exportó el año pasado. Las ventas comenzarán mañana con el envío de las flores de verano.Marina Jácome pone los tallos de pequeñas bolitas rojas en un macetero. Esta flor de verano es el hipericum. Sus manos ágiles, protegidas con guantes celestes, dan forma al miniarreglo, que por primera vez se exportará a EE.UU.Este arreglo floral es una idea de la finca El Chiván para afrontar la crisis, dice Pablo Viteri, gerente del grupo Esmeralda (al que pertenece El Chiván).“Antes, botábamos los tallos pequeños y hacíamos compost. Ahora, la crisis nos ha hecho creativos y decidimos utilizar todo y vender los miniarreglos”.Esta es una de las estrategias de los productores en San Valentín, la fecha más importante para exportar flores. Los exportadores dicen que en esta época hacen el 30% de las ventas de todo el año.En las fincas hay algarabía por el inicio, en esta semana, del corte de las flores para los enamorados. En El Chiván, en la parroquia El Quinche (Quito), Jácome trabaja en una sala del tamaño de una cancha de fútbol. Se ve llena de liras (un aparato metálico para clasificar), donde descansan las flores. Es el área de la poscosecha. Al caminar aparecen baldes y tinas con agua, balanzas, cartones y carritos metálicos que transportan las flores.La canción Cinco centavitos, de Julio Jaramillo, se escucha fuerte en la sala de poscosecha. Decenas de personas, la mayoría mujeres, se mueven sin parar. Están arropadas con mandiles, guantes, gorras y calzan botas de caucho. Unas seleccionan las rosas rojas, blancas y rosadas, las preferidas para esta fecha.Otras escogen las flores de verano de nombres raros: gipsophilia, hipericum, trakelin jade, aster méxico... Otro grupo las pone en las envolturas de plástico y de cartón. Las acomodan, las sumergen en las tinas y las mandan a un cuarto helado. Así se conservan para iniciar su viaje a EE.UU., Europa y otros países, los mercados de la flor ecuatoriana. La Asociación de Exportadores de Flores Expoflores) calcula que en este San Valentín se enviarán 574 815 cajas, la misma cantidad que se vendió en esa fecha del año pasado. Ignacio Pérez, presidente de Expoflores, dice que hay incertidumbre por la crisis mundial. Este año, los floricultores no pudieron firmar contratos anticipados como ocurrió en años anteriores. Antes, las ventas se concretaban desde diciembre.También, San Valentín cayó en un mal día: sábado. Viteri manifiesta que las ventas van a bajar, porque nadie trabaja ese día y no salen a comprar. Para empeorar el panorama, dos días después, el lunes, es feriado en EE.UU.Ante ese panorama, algunas fincas (pocas de las 519 que hay) venderán la misma cantidad que producen normalmente y preferirán más a Rusia y a Europa que a Estados Unidos. Aunque la mayoría exporta a este país, que capta el 67,25% de las ventas por el 14 de febrero.En ese porcentaje está El Chiván, pues el 55% de sus flores va para los estadounidenses, pero con ventas distribuidas en todo el año, pues el grupo Esmeraldas no se fía de una época.Jácome arma los miniarreglos junto con sus compañeras Alicia Ortiz y Mayra Guerrón. Esos arreglos son parte de los 2,1 millones de tallos que venderán por San Valentín. El gerente de la finca, William Bilbao, dice que el año pasado enviaron 1,1 millones de tallos.
Los productores calculan vender 574 815 cajas, lo mismo que se exportó el año pasado. Las ventas comenzarán mañana con el envío de las flores de verano.Marina Jácome pone los tallos de pequeñas bolitas rojas en un macetero. Esta flor de verano es el hipericum. Sus manos ágiles, protegidas con guantes celestes, dan forma al miniarreglo, que por primera vez se exportará a EE.UU.Este arreglo floral es una idea de la finca El Chiván para afrontar la crisis, dice Pablo Viteri, gerente del grupo Esmeralda (al que pertenece El Chiván).“Antes, botábamos los tallos pequeños y hacíamos compost. Ahora, la crisis nos ha hecho creativos y decidimos utilizar todo y vender los miniarreglos”.Esta es una de las estrategias de los productores en San Valentín, la fecha más importante para exportar flores. Los exportadores dicen que en esta época hacen el 30% de las ventas de todo el año.En las fincas hay algarabía por el inicio, en esta semana, del corte de las flores para los enamorados. En El Chiván, en la parroquia El Quinche (Quito), Jácome trabaja en una sala del tamaño de una cancha de fútbol. Se ve llena de liras (un aparato metálico para clasificar), donde descansan las flores. Es el área de la poscosecha. Al caminar aparecen baldes y tinas con agua, balanzas, cartones y carritos metálicos que transportan las flores.La canción Cinco centavitos, de Julio Jaramillo, se escucha fuerte en la sala de poscosecha. Decenas de personas, la mayoría mujeres, se mueven sin parar. Están arropadas con mandiles, guantes, gorras y calzan botas de caucho. Unas seleccionan las rosas rojas, blancas y rosadas, las preferidas para esta fecha.Otras escogen las flores de verano de nombres raros: gipsophilia, hipericum, trakelin jade, aster méxico... Otro grupo las pone en las envolturas de plástico y de cartón. Las acomodan, las sumergen en las tinas y las mandan a un cuarto helado. Así se conservan para iniciar su viaje a EE.UU., Europa y otros países, los mercados de la flor ecuatoriana. La Asociación de Exportadores de Flores Expoflores) calcula que en este San Valentín se enviarán 574 815 cajas, la misma cantidad que se vendió en esa fecha del año pasado. Ignacio Pérez, presidente de Expoflores, dice que hay incertidumbre por la crisis mundial. Este año, los floricultores no pudieron firmar contratos anticipados como ocurrió en años anteriores. Antes, las ventas se concretaban desde diciembre.También, San Valentín cayó en un mal día: sábado. Viteri manifiesta que las ventas van a bajar, porque nadie trabaja ese día y no salen a comprar. Para empeorar el panorama, dos días después, el lunes, es feriado en EE.UU.Ante ese panorama, algunas fincas (pocas de las 519 que hay) venderán la misma cantidad que producen normalmente y preferirán más a Rusia y a Europa que a Estados Unidos. Aunque la mayoría exporta a este país, que capta el 67,25% de las ventas por el 14 de febrero.En ese porcentaje está El Chiván, pues el 55% de sus flores va para los estadounidenses, pero con ventas distribuidas en todo el año, pues el grupo Esmeraldas no se fía de una época.Jácome arma los miniarreglos junto con sus compañeras Alicia Ortiz y Mayra Guerrón. Esos arreglos son parte de los 2,1 millones de tallos que venderán por San Valentín. El gerente de la finca, William Bilbao, dice que el año pasado enviaron 1,1 millones de tallos. 
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